Del jardín árabe al jardín japonés, la historia de la jardinería va ligada al arte. Del jardín persa al jardín moderno, pasando por el jardín francés, italiano, silvestre y el japonés se configuran como formas de expresión artística vinculadas a cada época, creencia y momento histórico.
De hecho, cuando cambian las tendencias de arte, también cambia la jardinería y el paisajismo, éste último es la decoración de la jardinería en un espacio. Por eso, encontramos jardines renacentistas, monacales o silvestres, entre otros, en los que se aplican las teorías estéticas, culturales y filosóficas de la etapa histórica en que se crearon y, también, permiten ver la evolución cultural a lo largo del tiempo.
En cualquier caso, una característica común a lo largo de la historia, es el agua. Desde los jardines de la antigua Babilonia, es un ‘summum’ imprescindible sobre el que gira todo lo demás. No podemos olvidar que el agua es dador de vida, y aún más, en el desierto. Por ello, en los oasis, el agua es el elemento primordial; sin él, no existirían los oasis. En los patios romanos, también las fuentes juegan un papel fundamental.
¿Y qué decir de los Jardines de la Alhambra? Líquida inspiración pura.
El paraíso
En definitiva, agua, especies vegetales y jardines reproducen la idea del paraíso en cada cultura y religión.
Los jardines árabes beben de su influencia en el Corán, donde el paraíso se representa en su forma central por una fuente de la cual brotan los cuatro ríos.
Los jardines cristianos representan el Edén perdido.
En la Edad Media, los jardines monacales, o jardines intramuros, forman un patio distribuido en cuatro partes diferenciadas que representan los cuatro ríos de Israel, y una fuente central habitualmente, o un ciprés en su lugar, alrededor del cual se presenta el claustro donde los monjes rezan contemplando la divinidad de Dios, representada por una variedad de plantas y flores muy significativas y con mucho valor simbólico.
Así, en cuanto a las plantas, Ramón Escobar, paisajista y CEO de Hispania Verde, recuerda que cada una, así como su colorido, tiene su propio significado. De esta manera, es sabido, las rosas blancas son símbolo de pureza y las rojas, de pasión. Un dato curioso que cuenta Ramón es que gracias a las Cruzadas, se lograron plantas y hierbas medicinales que se implementaron en los jardines monacales para el tratamiento de enfermedades.
En cualquier jardín, el laurel, el olivo y las plantas aromáticas son fundamentales, así como el propio ciprés que simboliza la necesidad de acercarse a Dios.
Un jardín de ‘traca’
Tras la Edad Media, llega el desbordante ‘Jardín Francés’. Para el paisajista y CEO de Hispania Verde, Ramón Escobar, el jardín francés “es la ‘traca’, donde se muestra claramente cómo tiene que ser un jardín”.
A partir de ahí, apunta Ramón, podemos hablar del inicio de la “jardinería de verdad”.
En este caso, el jardín representa al Rey Sol. Es el centro del universo y, a partir de él, se alinea todo lo demás.
El jardín francés establece claramente cómo tienen que ser los caminos o la distancia que debe de haber entre árboles, impone reglas, orden, simetría y geometría. Y, lo mejor, es que va dejando constancia escrita de todo.
Como curiosidad, apuntamos que un jardín español muy conocido y “renombrado” como el Versalles español no es realmente un jardín francés. Y es que los Jardines del Palacio de La Granja de San Ildefonso (Segovia) no cumplen las estrictas medidas que marca el jardín francés. Sí podríamos decir que es, a nuestra manera, una versión castellana de ese tipo de jardines. No obstante, dentro del exuberante jardín tipo francés que crea Felipe II, existe un espacio para el jardín italiano construido para el disfrute de la reina.
Jardín Francés versus Jardín Inglés
La nota que marca la diferencia entre el jardín francés y el jardín inglés es la relación entre el hombre y la naturaleza.
Se configuran como dos casos opuestos. En el primero, queda patente el poder del hombre sobre la naturaleza. En el segundo, la naturaleza tiene absoluta libertad, y no es dominada por nada ni por nadie.
Jardinería urbana actual
En la actualidad, la jardinería urbana persigue que el ser humano conviva con la naturaleza, aunque bastante retocada. El motivo principal es que se buscan unos jardines menos fastuosos, aunque bellos, y que se puedan mantener con cierta facilidad.
En definitiva, como indica Ramón Escobar, no se trata de crear un jardín para un momento puntual, si no de perpetuarlo y conseguir que mantenga su belleza a lo largo de los años. Aunque, también es consciente de que las modas tienen mucho que decir.
En este sentido, pone como ejemplo el jardín japonés. Es una muestra de belleza minimalista, que invita a meditar, muy pulcro y llamativo pero que, sin embargo, requiere mucho mantenimiento.
Los jardines del futuro
El aspecto ecológico es un factor a tener muy en cuenta en los jardines actuales y de cara al futuro.
Conseguir jardines que no consuman demasiada agua es una obligación, sin perder el colorido y lo llamativo de este espacio verde que, en cualquier caso, precisa cuidados porque las plantas son seres vivos que necesitan riego y abono, entre otros procesos para su mantenimiento.
Por último, nuestro paisajista Ramón Escobar da una pincelada sobre el ‘carácter económico’ que tiene los jardines, ya que son parte fundamental de la revalorización de una casa o propiedad.