Se nos plantea decorar una terraza con unas dimensiones poco habituales en el centro de una gran ciudad. Debido a las grandes temperaturas del verano, esta zona en lugar de una terraza para uso y disfrute resultaba ser un horno que impedía abrir las ventanas en pleno verano. Por otro lado, resultaba también incómoda ya que no se encontraba en lo alto del edificio, sino en una primera planta de la que emergía un bloque de seis alturas.
Para esta terraza los puntos importantes a la hora del diseño fueron los siguientes: primero intentar mantener la privacidad, segundo dar un aspecto de jardín con mucha vegetación no sólo para nuestros clientes sino para el conjunto del edificio que contempla este jardín y tercero incluir una zona de agua debiendo ser algo espectacular y difícil de ver en una terraza.
El desarrollo fue el siguiente:
- primero se construyeron un conjunto de pérgolas de distintos anchos y distintas formas pegadas a la casa. Se realizaron pensando en dar distintos aspectos y distintas sensaciones, formando al final dos zonas de estar distintas, una pegada al salón con forma de medio decágono y otra al final de la terraza que coincide con la habitación principal, de forma cuadrada. A estas dos zonas se les colocó un suelo de madera ya que las terrazas tienen unas inclinaciones para favorecer el discurrir del agua y con el suelo de madera podemos mantener las pendientes existentes y colocar encima una zona nivelada muy apropiada para colocar mobiliario de exterior. Estas dos zonas se enlazaron por una pérgola para dar continuidad a toda la estructura y no colocamos los toldos que si colocamos en las zonas de estar, dejando por el contrario unas macetas con trepadoras para que fueran ellas las que cubrieran la pérgola.
- Para resolver el tema de colocar una gran vegetación y que no estuviera interrumpida por mil macetas que resultan difíciles de regar y de estética dudosa cuando colocamos un gran número de ellas, nos planteamos realizar una jardinera corrida con madera tratada para evitar que se pudra con la humedad y dándole forma para así romper cualquier posibilidad o cualquier sensación de terraza, ya que queríamos realizar un jardín. En cuanto a la plantación colocamos distintos tipos de arbustos cuyas floraciones sean predominantemente en la estación del verano y disponiéndolas de tal forma que obtengamos varios niveles, esto es, se colocan de forma que el crecimiento de las distintas plantas nos den una sensación de cascada floral.
- La fuente resulta un elemento principal en la terraza, es el punto de referencia tanto por la vistosidad de las distintas cascadas como por el sonido. Esta cascada se realizó también en madera. Desde la altura máxima se crearon pequeñas láminas de agua que caen hasta llegar al estanque de recogida que es desde el que se va a recircular el agua. En el inicio de la cascada planteamos distintos chorros para dar amplitud a la misma y por el contrario, en cada uno de los saltos de agua se colocó una lámina de cobre para realizar una lengua de agua continua.
En conclusión, hemos obtenido una zona de estar agradable a los distintos sentidos, no monótona y sobre todo refrescante, que invita a salir y a disfrutar de un espacio que anteriormente estaba totalmente inutilizado.