Es un tipo de jardín donde lo simple convive en armonía con el entorno, como muchas veces no tenemos que hacer grandes alardes a la hora de realizar la plantación y resulta más interesante dar unas pequeñas pinceladas a un jardín para que éste nos devuelva toda su hermosura, la piedra aunque parezca mentira es un elemento cálido, si somos capaces de apreciarla en un concepto amplio, esto es, no sólo por la vista, sino por el tacto y sobre todo por esas sensaciones que nos transmite, ya que por este material han pasado además de muchísimo tiempo, innumerables agentes climáticos, que han sido los responsables de moldearla.
En este jardín, hemos utilizado unas cuantas piedras para que nos den esas sensaciones y además hemos combinado otro material mucho más orgánico como es la madera. Por último los toques coloristas han sido el resultado de la plantación de algunas plantas cuidadosamente elegidas y de la marmolina blanca.
El resultado es un jardín equilibrado donde conviven perfectamente las distintas formas, sin que cada una de ellas tome protagonismo sino el conjunto de todas.
Una de las especies vegetales más significativas de este tipo de jardín, por su forma, sus hojas y su color, es el Arce Palmatum Atropurpúrea, una planta con una presencia poderosa pero que da un aspecto etéreo al mecerse con una brizna de aire.
Este jardín resulta muy llamativo y además está muy de moda, pero hay que tener cuidado a la hora de realizarlo, ya que el mantenimiento aunque parezca mentira, es muy laborioso porque tenemos que tenerlo siempre limpio y cuidado, y como pueden ver, la grava blanca resulta bastante sucia. Por otra parte, hay que estudiar muy bien el sitio el cual se va a destinar a este tipo de jardín y sobre todo el propietario tiene que estar muy seguro de que lo quiere pues a lo largo del tiempo puede resultar monótono e igualmente laborioso.