Existen en el mercado un gran número de variedades de semillas de praderas que nos van a ayudar a tener un césped o cubierta verde muy llamativa con una necesidad de agua muy reducida. Algunas de ellas son:
.- Dentro de estos tipos de semillas se encuentra la grama. Es una variedad que necesita muy poca agua y es muy resistente a las pisadas. Este tipo de semillas tiene un inconveniente en los climas fríos, ya que en verano está muy verde pero en las épocas frías el color es demasiado amarillo. Para este tipo de clima una buena solución son las bermudas, dan un resultado bastante mejor ya que no cambia tanto de color.
.- Otra variedad muy curiosa es la dichondra, su hoja es muy peculiar, es pequeña, redonda y muy tupida, por lo que evapora muy poca agua y sus necesidades de riego son mucho más inferiores que las de un césped normal. Otra gran ventaja que tiene es que no necesita siega, por lo que su mantenimiento es muy ligero. El único inconveniente que tiene es que es mucho más sensible al pisoteo que otras variedades, por lo que no es aconsejable utilizarla en lugares donde van a jugar niños, o donde van a estar pisando animales reiteradamente. Existe en el mercado dichondra en tepes.
.- Una alternativa es mezclar con el césped normal trébol enano. En un principio la cubierta natural es el césped y el trébol es muy poco, pero poco a poco va a ir creciendo y extendiéndose hasta apoderarse del césped, es entonces cuando predomina más el trébol que el césped, por lo que el agua de riego que va a necesitar es inferior, manteniendo además un color verde más vivo. De esta manera se consigue tener una pradera mucho más rústica o silvestre.
.- Otra forma de tener una cubierta verde es la colocación de césped artificial, aunque es una solución muy drástica. Actualmente existen en el mercado imitaciones de césped muy buenas, que dan un aspecto muy natural y tienen una forma de instalación muy sencilla, se reduce a crear una superficie base estable, para que no haya relieves ni hendiduras y a continuación se pega la plancha de césped. Recomendamos utilizar este “césped” sobre todo, cuando necesitemos obtener zonas de césped muy espectaculares visualmente hablando, no cabe duda, que las sensaciones de tacto y de frescor del césped natural se pierden con el fabricado. Hay que valorar el césped artificial, pero siempre pensando que las necesidades de agua son cero y que el mantenimiento no existe.